En el castillo medieval,
me guardabas en un tarro de cristal.
Hoy me han descubierto
y mi barrera han quitado.
A mi vienes gritando
¡¿qué haces dejando que te observen?!
Que me observen otros,
que huelan mi fragancia,
Cuando tú y sólo tú
me has cuidado.
¿Qué culpa tengo yo,
Misera planta,
de que me destapen?
¿Te crees que no puedo ver
que antes nadie jamás
por mí se había interesado?
Yo también vivo y siento
Dolor de que nunca me hayan mirado,
Dolor de que haya sido el destino el que nos haya juntado,
Dolor de que me lo eches en cara
Porque yo no he elegido sufrir,
es algo que por desgracia me ha tocado vivir.