sábado, 9 de mayo de 2009

Luz de mi oscuridad


Volaba y volaba sin encontrar nada,
agotada por mi larga cruzada,
en una rama descansaba atenuada.

Muchos días de viaje,
todos ellos en valde.

Volaba y volaba sin encontrar nada,
esa felicidad que buscaba
yo no la hallaba.

Una serpiente me tentó
y el sol me ofreció.

Tan resplandeciente,
siempre sonriente.
Tan lindo,
me dedicó un guiño.
Tan perfecto,
lo guardé en mi pecho.

En sus redes caí
y ante él me rendí.

Mis miedos difuminaste,
mi dolor dulcificaste,
mi oscuridad iluminaste,
mi corazón robaste,
mi razón te quedaste,
y mil sonrisas me pintaste.


Entonces la serpiente me mordió
y su veneno mi cuerpo recorrió.

Esta es tu condena:
Mi veneno es tu pena.

Condena que no me deja verte,
tocarte, besarte,
acariciarte, abrazarte,
mirarte, escucharte...

Pero si este es el precio que he de pagar
por la felicidad y la ilusión hallar,
por en tus ojos naufragar,
por tus labios besar,
por esa dulce voz escuchar,
por tus manos tocar...
Juro que mil veces volvería a pecar.

jueves, 7 de mayo de 2009

El libro de mi vida


Entre libros vivo,
Entre libros sueño,
Entre libros te busco.

Un escalofrío recorre mi espalda
hasta morir con un nudo en mi garganta.

Tú que tocas mi alma,
que con palabras embargas.

Tú que atraviesas paredes,
que con tus brazos me envuelves.

Tú que me hablas sin decirme nada,
tan sólo con tu mirada.

Tú que muda me dejas
cuando me besas.

Tú, todo tú y sólo tú,
ocupas las páginas de mis libros,
libros que ahora son mágicos,
donde la noche y el día coexisten
porque nosotros lo escribimos así.